Este fin de semana lo he pasado ni más ni menos que en la PAX East 2015, en Boston, exhibiendo nuestro juego, Runbow.

PAX, o Penny Arcade Exposition, son una serie de festivales de videojuegos en los que decenas de miles de personas pueden probar videojuegos nuevos, hablar con los desarrolladores, visitar paneles y charlas de todo tipo, participar en torneos de juegos, disfrazarse de sus personajes favoritos, y mucho más.

Es el tipo de evento de magnitud enorme que nos derrite a los frikis como yo; pero que los que hemos vivido lejos de cualquiera de ellos no hemos podido sino soñar con ellos. "Algún día, dentro de varios años, conseguiré ir a uno de esos eventos, como el E3. ¿Os imagináis?", solíamos decir los amigos. Aun así, comparado con la E3 (Electronic Entertainment Expo), orientada a la prensa; o la GDC (Games Developers Conference), a la industria; los PAX están orientados al consumidor, así que es un festival idoneo al que acudir, como las Gamescon de Alemania.

Como la mitad de nuestra pequeña empresa indie ha viajado a San Francisco para hacer amigos en la GDC, que también ha sido esta semana, la otra mitad de 13AM Games hemos bajado a Boston para la PAX East 2015. 13AM la formamos nueve estudiantes creativos, entusiastas y hábiles de Diseño de Videojuegos que tras estudiar juntos, llevarnos de maravilla y haber aprendido a trabajar como un equipo, emprendimos como empresa para llevar adelante nuestro primero proyecto, Runbow.

Desarrollar juegos en una empresa "indie" es el sueño de muchos, ya que carece de las grandes limitaciones creativas de las "triple A" y se es parte esencial del juego, y no un nombre más entre los miles que figuran en los créditos del producto. Pero ser un indie supone una enorme limitación económica y el tener que competir con miles, si no millones, de otros productos pequeños y a menudo de escasa calidad. Esto significa que los meses que llevamos desarrollando Runbow no han sido fáciles: muchísimas horas de trabajo y absolutamente ningún dinero. Siendo estudiantes que recién hemos terminado la carrera, no es que ninguno estuviésemos en una posición económica cómoda, y carecemos de la experiencia de los veteranos de la industria. Sin embargo, ha valido la pena.

Runbow es un videojuego con multijugador local de hasta 9 jugadores para Wii U. Sí, puedes juntar a hasta 8 amigos y jugar en la misma sala, al mismo tiempo, a este juego de acción / lucha / plataformas / carreras. La mecánica principal de Runbow es que el fondo cambia de color cada pocos segundos y las plataformas del mismo color que el fondo desaparecen. Éste es el tráiler:

¿Es una locura? Completamente. Especialmente si añadimos que hay distintos modos (carrera, último en pie, modo de retos monojugador, usuario de la pantalla táctil controlando el entorno para matar a los otros jugadores...), que hay un sistema de combate similar al de Super Smash Bros, y que los niveles son difíciles y repletos de obstáculos. Al primer vistazo, todo el mundo arquea las cejas. Sí, parece interesante, ¿pero ya me voy a enterar de lo que está pasando? ¡Completamente! Con montones de opciones para personalizar a tu personaje, tras un par de pantallas se le coge el truco enseguida y empieza la diversión. A los dos minutos de empezar cada partida, todo el mundo está riéndose, gritándose y pasándolo en grande.

Lo que sí que ha sido una locura es nuestro puesto en la PAX East durante este fin de semana. Durante casi todas las ocho horas de cada uno de los tres días que ha durado, e incluso a veces fuera de ellas, hemos tenido las dos consolas que trajimos (la una con nueve mandos y la otra, con seis) llenas de gente. La mayor parte del tiempo, había tanta gente asomándose a ver qué era ese juego ruidoso, colorido y que tanto estaba haciendo gritar a la gente, que el pasillo quedaba muy congestionado.

Siendo cinco de nosotros en el puesto, la mayor parte del tiempo nos hemos organizado con uno explicando y comentando el juego para los nueve que estaban en la consola principal (éste era yo, gran parte del tiempo), otro con la consola de seis jugadores o hablando con la prensa, uno o dos intentando atraer a la gente que pasaba y explicándoles el juego, y uno o dos ayudando donde hiciera falta o descansando. El sistema ha funcionado: siempre había alguien en fila esperando a la siguiente partida, animábamos el ambiente de la partida ayudándolos a gritar y emocionarse, y hacíamos esperar al menor número de gente posible. Aun y todo, podía haber sido mejor: en la práctica hemos tenido muy pocos descansos, no hemos comido nada desde el desayuno en el hotel a las 6:30 hasta cenar a alrededor de las 10, y hemos acabado agotadísimos.

¿Ha valido la pena, pues? ¡Vaya que sí!

Aun sin tiempo para comer, para merodear por el evento, para ir a charlas, para jugar a otros juegos, para participar en torneos y para comprar merchandising, lo hemos pasado en grande. Hemos estado los amigos trabajando juntos, hemos visto a la gente más extraña y divertida, hemos hablado con montones de personas interesadas en el juego... Y hemos acudido a un evento enorme y magnífico con el que muchos soñábamos, no a visitarlo sino como parte de él. ¡Qué locura!

Por no hablar del enorme empujón que ha supuesto para Runbow. Les ha encantado a cuantos jugaban. La voz se corría y cada vez venía más gente por oídas o traída de la mano de alguien que ya había jugado antes. En torno a dos docenas de medios de comunicación nos han entrevistado y sus artículos y vídeos ya empiezan a rondar por la red. Una web que ni conocíamos vino el sábado a darnos un cartel que nos señalaba como uno de sus favoritos de la PAX East.

Y el domingo, pocas horas después de terminar la exhibición, cenando al fin tranquilamente en el bar Lucky's Lounge de Boston... nos llegó la grata sorpresa de que IGN, la web de videojuegos más grande y popular del mundo, nos tenía en portada emparejados como sus favoritos con nada menos que Final Fantasy XV de Square Enix y Overwatch de Blizzard. Nuestra reacción natural fue estallar en carcajadas durante un buen rato y brindar por cogernos una buena cogorza allí y entonces. ¡Y vaya si lo hicimos!

PAX East 2015 ha sido una experiencia tan divertida como agotadora, totamente inolvidable. Espero que sea la primera de muchas como ella.